EL REFERÍ TAMBIÉN PUEDE HACER LA DIFERENCIA
Por Andrés Pascual A Jack Johnson le prohibieron boxear en Kansas City en 1931, la medida terminó su carrera boxística y fue el resu...
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Por
Andrés Pascual
A
Jack Johnson le prohibieron boxear en Kansas City en 1931, la medida
terminó su carrera boxística y fue el resultado de la declaración
del referí, que alegó que el ex campeón sepia le había hecho
“brujería vudú” a Brad Simons, quien, casi inmediatamente
después de un par de gestos “raros” de Johnson sobre el
encerado, se desplomó sin que mediara un golpe; comparable a este
acontecimiento único, por lo menos encima del ring, la derecha
fantasma que Cassius Clay dicen que le tiró a Liston en el segundo
combate y nadie ha podido ver ni en cámara lenta a través de videos
o películas.
En
Cuba los boxeadores “se echaban brujería”, incluso en los
camerinos del Trejo era frecuente ver regados por el piso o sobre las
camillas de masaje cascarilla de arroz, polvos “preparados”,
granos de maíz o “muñecas” (pedazos de tela roja atados).
Casi
todos tenían santo hecho o eran paleros, algunos ABAKUÁ, que no es
una religión, sino una “organización fraterna” equivalente a la
masonería a su manera, cuya presentación intimidante rezaba: “para
ser hombre no hay que ser ñañigo, pero para ser ñáñigo hay que
ser hombre”.
Lagartija
Reyes (se rayó Palo Monte en el reclusorio juvenil Torrens con quien
era su trainer en el centro, We We Barton), Kid Rapidez; Gavilán,
devoto de Babalú Ayé; Diego Sosa, de Oggún, Chocolate, Black Bill,
Mantequilla Nápoles, Guillermo Valdés, Pedro Miranda, Santos
Menéndez, Guije Rodríguez, La Plancha Rodríguez, Fichique, Douglas
Vaillant; el creador oral (única forma de su existencia), de la
Escuela Cubana de Boxeo, Enrique Garmuri; Los Chinos Almeida de
Mantilla; Gonzalo Diago, también de la Ruta 4; Ultiminio Ramos, Palo
N'Ganga; Fernando Silva, mayombero; Guillermito Martínez, abakuá,
Rafael Lastre; Luis Galvani, devoto de Changó; los Chico Morales
(ambos, Rolando y Sixto) de Yemayá, Diógenes y Alcides Sagarra;
Tano Marrero, abakuá, Chuchú Gutiérrez y muchos más practicaban
rituales afro para que los condujeran al éxito y “le abrieran el
camino”; pero no podían ejecutar sobre el ring ninguna actividad
relacionada con el culto contra el oponente, porque los referís
cubanos, que conocían “los pases”, lo impedían. Hombres como
Santana, Mike Rojo, Quintanita o Johnny Cruz mantuvieron la acción
en el pleito lejos de semejante atraso y decadencia en el boxeo en
Cuba.
Los
peleadores de hoy en la Isla también son practicantes: ahijados del
santo, paleros, abakuás, lo mismo blancos que negros, quizás en
cantidades mayores que cuando “Cuba reía”.
Antes
no se proponía el nombre del referí previo a una pelea,
por lo general, asistían 3 a la velada y uno de ellos subía como
tercero en el ring.
Según
dicen, la medida estaba relacionada con la intimidación que pudiera
efectuar la mafia contra el oficial, o para evitar el arreglo que
perjudicara a uno de los boxeadores.
Un
referí complotado contra uno de los peleadores puede hacer
maravillas a favor o en contra, porque puede decidir en las tarjetas
sancionando con puntos a uno de los dos o con un conteo de
protección...además de ver “solo lo que le convenga”
Ruby
Goldstein, ex boxeador y ex referí que actuó en el pleito por la
faja mundial welter entre el cubano Benny Paret y Emile Griffith el
día de la tragedia en 1962; al que acusan por permitir que el
ganador golpeara a mansalva al villareño, en total indefensión
contra las sogas, sin embargo, temió “romper el clinch” porque
había sufrido un ataque cardíaco y la fuerza que hubiera debido
emplear lo asustó por lo peligroso de la intervención que, después
de todo, ocasionó la muerte del coliflorista criollo.
La
animadversión de un referí contra un peleador puede desencadenar
actos antideportivos: el juez (en la vida real), EX BOXEADOR Y REFERÍ, Mills Lane, que
trabajó la pelea entre Evander Hoolyfield y Mike Tyson, vio, como
todo el mundo, la suciedad que empleaba el ganador contra Iron Man,
cómo lo golpeaba con la cabeza, lo empujaba, lo pateaba y no hizo
caso ni a las protestas del ex campeón ni a la realidad demostrada a
cada instante por un peleador que debe estar entre los 5 más sucios
y marañeros de la historia ¿Resultado? Tyson perdió “la tabla”
y mordió en una oreja a the Real Deal...
El
magistrado debió ser amonestado por “la vista gorda hacia
Hollyfield” producto de su rechazo personal hacia Tyson, que
originó la reacción censurable e impotente del perdedor.
Joe
Cortés es un Salón de la Fama, sobre este señor se escriben
maravillas, sin embargo, ha estado en peleas en las que se supo de
antemano y lo ratificó la votación, qué contendiente tenía que
ganar. En correspondencia con el “decreto previo” se manifestó
en el ring.
¿Qué época es más sucia en cuanto a la manipulación de los oficiales, tanto de los referís como de los jueces de mesa? Por supuesto que la actual, en eso y en todo lo otro, que por algo existe BOB ARUM.